
En estas semanas de confinamiento ha retumbado en mi mente con angustiosa celeridad la frecuente e inagotable pregunta sobre el sentido de la existencia. Este interrogante sobre el cual se ha construido el pensamiento filosófico de los últimos 200 años de la historia humana y que ha definido y constituido el concepto del Hombre Moderno y que no deja de retumbar en las profundidades del espíritu humano.
Con cuanto desespero hemos evitado y dado la espalda al acontecimiento de la muerte de Dios, “hecho” mismo que se renueva hoy ante una pandemia que nos muestra la cruda realidad de la vida, el trágico devenir de una cruda naturaleza que hoy nos impide vivir la vida “normal” que teníamos.
Hoy un virus, un ente microscópico ha bajado el telón de la economía capitalista develando la desigualdad imperante que subyace bajo la máscara de la riqueza y el lujo, socavando los ideales del dios dinero, tambaleando a gobiernos y cuestionando nuestras democracias. Hasta los santuarios, mezquitas e iglesias han tenido que cerrar sus puertas puesto que el virus no tiene sentido de respeto por lo sagrado ni lo divino.
De nuevo los valores que permearon nuestra sociedad se ven alterados por esa extraña realidad que nos devora. Retornamos otra vez a esa nada indiferente que nos deja en la duda, matando nuestras ilusiones, paraísos y deseos. Tal vez muchos darán la espalda y seguirán aferrados a sus antiguas formas de vida, otros sucumbirán ante el sinsentido existencial y se arrojaran a un nihilismo negativo, a la indiferencia egoísta y solo unos pocos afrontaran a la bestia serpenteante, cortaran su cabeza y se alzaran sobre el mundo, construyendo nuevos horizontes, renovando sus valores y dioses.
La pregunta no deja de retumbar en nuestras mentes y espíritus:
Respecto a la pregunta... Es algo complejo, puesto que si crees en Dios quizá para ti no este muerto, pero de lo contrario tal vez si lo este, no?
ResponderEliminarPrincipalmente, debemos entender que para este gran filosofo, Nietzsche, la frase "Dios ha muerto" no es mas que una simple metáfora.
ResponderEliminarEntonces en respuesta a la pregunta ¿Dios ha muerto?, mi posición frente este asunto es a favor, pues primeramente, si Dios ha muerto quiere decir que nunca estuvo vivo y quizás nunca existió, entonces esto lo podemos ver como una simple hipótesis que tuvo fuerza en la antigüedad y ahora ha sido desmontada esa hipótesis, gracias a los avances de investigación y comprobación de ello y que esa suposición que nos impedía vivir nuestra realidad ahora ha sido desmantelada.
Por otra parte, la idea de la muerte de Dios, en cierta forma es buena, pues nos hemos quitado esa venda de los ojos que nos impedía vivir el presente y darnos cuenta de la realidad en la que vivimos, dejando atrás esa forma de ver a Dios como una fuente de principios morales, por decirlo así.
La investigación resulta en contra de la idea de Dios, puesto que el avance científico y el conocimiento, ya no seria posible creer en aquella idea, ya que no tiene suficiente validez y fuerza razonable. Para finalizar, Dios ha muerto, esta idea nos impedía el desarrollo de nuestras vidas, vivíamos en otra.
Dios ha muerto, pero pues la vida sigue y debemos verlo como un nuevo comienzo y es destaparnos y empezar a vivir la realidad, seguir con el desarrollo de nuestras.