Al filo del mañana
País: Estados Unidos
Año: 2014
Duración: 113 min.
Director: Doug Liman
Género: Ciencia ficción, acción.
Sinopsis:
Tras una invasión alienígena, se crea un ejército capacitado para luchar y destruir a los invasores, el comandante William Cage es reclutado a una base como soldado, tiene que enfrentarse con los alienígenas, pero muere y repite el día. Tiene que revivir una y otra vez al mismo día hasta completar su misión, debe descubrir como derrotar al jefe de los alienígenas así que debe pedirle ayuda a Rita, una guerrera de las fuerzas especiales quién le ayudará a completar su cometido.
Opinión:
Una película de mucha ficción, pero detrás de las naves, los alienígenas, las fuerzas especiales, me enfocaré más en los días repetitivos. El primer día, el comandante William estaba confundido, después se consideraba loco, ya sabía que iba a pasar con las personas de esa base, como iba a terminar todo, como iban a morir, luego quiso buscar respuestas que al parecer la guerrera Rita tendría, ella sabría por lo que él pasaba, porque tuvo un episodio igual, sin embargo, un día al transferirle sangre para salvarla, perdió el poder de volver a ese mismo día. William tenía que hacer algo muy rápido para eliminar a los alienígenas, hasta que un día lo revivieron con una transfusión de sangre, estaba consciente de que ya no podría morir y revivir, tenía que tomar decisiones fijas, y logró eliminar al jefe.
Según Nietzsche, esto es un eterno retorno, estamos en una constante toma de decisiones y dentro de todas las posibilidades, tomamos la mejor elección. Lo que ocurre aquí es que pasamos por situaciones similares. ¿Tú qué harías si un día te das cuenta de que estas repitiendo el mismo día? Quizá te vuelvas loco y busques a un psicólogo, o disfrutas de todas las travesías que puedas cometer, hacer mil cosas. Las decisiones en nuestra mente son las mismas en diferentes situaciones, porque creemos que es lo mejor, por ejemplo, estas en tu habitación y para salir debes abrir la puerta, la abres y te encuentras al frente otra puerta, no hay problema, sigues adelante y abres la puerta, pero te encuentras la misma puerta. Esto puede seguir infinitamente, incluso puede pasar de generación a generación.
Es tedioso pensar que debemos repetir el mismo día una y otra vez, pero la verdad es que lo estas repitiendo, desde que te levantas de la cama, hasta que te acuestas a dormir; te bañas, desayunas, te lavas los dientes, te cepillas el cabello, haces tus deberes, almuerzas, etc. Son rutinas y somos conscientemente inconscientes de lo que estamos haciendo. Sin embargo, si el día que se repitiera fuera tu cumpleaños, lo notarías por que eres la atención de todos y sabes cuales son tus actos, es un día especial, pero que pereza repetir ese día, ya no se vuelve único porque se esta repitiendo, no tiene sentido hacer una fiesta, así que se vuelve una rutina, no te genera emoción, pero haces lo que se tiene que hacer.
Conclusión.
En todo caso, elegimos las mejores decisiones para nosotros y seguimos con nuestras vidas, estamos conscientes de las decisiones del momento, pero seguimos pasando las mismas puertas, o quizá, estamos pasando solo una puerta y eso se pasa de generación en generación. Somos el capitán William Cage, pero no necesitamos una transfusión de sangre o una invasión alienígena para darnos cuenta de que estamos repitiendo el mismo día, de hecho, nunca sabremos cuales son las decisiones que se repiten por los diferentes actos. El eterno retorno siempre estará ahí.
Escrito por: Dayann Lorena Velandia Guillén
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